Editorial: Estamos en Navidad, los sentimientos y el alma sensibilizados hasta el máximo. Encuentros con familiares y amigos. Reflexiones sobre lo poco que merece la pena enfadarse. Lo importante que es la salud cuando falta. Lo maravilloso de recibir y dar un abrazo a tiempo. Sobremesas sobre lo humano y lo divino, el día a día y la poca empatia del Gobierno con quienes pagan impuestos. Mientras ocurre todo esto en fechas muy señaladas, miro con atención, simpatía y admiración a los cientos de voluntarios que hay en Manacor y sus comarcas, siempre dispuestos a dedicar su tiempo a los demás a cambio de nada, ONGs ambulantes individuales que hacen posible tapar los agujeros de la denominada sociedad desarrollada y abundante, donde nuestros impuestos se malgastan en ocasiones en temas nada edificantes ni ejemplares. Mi aplauso y homenaje a esos voluntarios de Protección Civil, siempre disponibles a cualquier emergencia, de día y de noche. Esta mañana por ejemplo hay una carrera solidaria, allí están ellos ayudando en la organización, da igual que sea festivo, domingo o de madrugada. Atentos a desapariciones, incendios, rescates, regular el tráfico rodado, organización de eventos, cabalgatas, fiestas multitudinarias, Sant Antoni, Completes, temas deportivos. Porqué lo hacen, por amor al prójimo, por su compromiso con la solidaridad, porque saben que son necesarios. Como podemos compensarles si no piden nada a cambio, nuestros reconocimiento, afecto, homenaje.

También hay voluntarios y voluntarias en el Albergue de Manacor y comarca, son personas hechas de otra pasta, allí con la cara menos amable de la sociedad, los sin techo, ellos/as con buena cara y poniendo un hombro a quienes ya no tienen lágrimas. Sin olvidarnos de quienes están en la ONG de la asociación de la lucha contra el Cáncer, siempre informando en sus mesas mensuales, ayuda a enfermos y familiares, entregan su tiempo, lo que no tenemos la mayoría. Bien que lo agradecen quienes padecen esa maldita enfermedad. Allí están ellas y ellos, dando ánimos, acortando el tiempo de angustia, buscando las mejores palabras y los amables abrazos. Les llaman para citas humanas y siempre contestan, nunca hay un no por nada del mundo. Sensibles y mensajeras del optimismo. Estas magníficas personas residen entre nosotros, se cruzan por la calle con cientos de residentes, quieren ser anónimas, pero hay una luz que las identifica. Son seres solidarios que dar razón de ser a la grandeza de los sentimientos. Hay tantas personas maravillosas en nuestros municipios, que lo hacen muy grandes.

Como en Gladiator, ellos y ellas son nuestros soldados, honrarles. Son cientos, están en Aproscom, Estel de Llevant, a favor y defensa de los animales, Llevant en Marxa, Cáritas, Cruz Roja, Proyecto Hombre, Banco de Alimentos, en asociaciones culturales, deportivas, sociales, en asociaciones de vecinos. Son magníficos, tengo una gran lista, varios folios. Para cuando el Reconocimiento de Méritos de Manacor para estas personas que hacen pueblo y son la columna vertebral de nuestro prestigio y humanidad. Los voluntarios y voluntarias de mi pueblo, mi comarca, Mallorca y Baleares, también necesitan que les digamos que son muy necesarios, que lo que hacen nos llena de orgullo. Tantos clubes deportivos llenos de estos ángeles, entidades y colectivos varios. Son lo mejor que nos ha pasado en la sociedad civil ante la ausencia del Estado. Es falso que Manacor y comarcas somos individualistas, apáticos, egoístas, los hay por supuesto y muchos, pero hay un ejército de voluntarios/as que borran la mancha, la diluyen, no dejan espacio a la insolidaridad. Conozco casos estas navidades que no puedo desvelar porque me piden completo anonimato, son ayudas desinteresadas para aquellos y aquellas que no pasan por su mejor momento, han conseguido una carcajada dentro del drama, han hecho posible que por unos momentos seamos todos iguales de verdad, aunque sea por unos días. Todo gracias a esas personas inmensas que un día decidieron dedicar su tiempo a sus semejantes a cambio de nada. Por Rafael Gabaldón San Miguel.