El acuerdo de la UIB para garantizar el 35% de las asignaturas en catalán es ilegal. Infringe la Ley de Normalización, que permite a los profesores dar sus clases en la lengua que deseen. “Una vez más, en asuntos lingüísticos, ciertas instituciones demuestran desprecio absoluto de la ley”.

El pasado 18 de enero el Consejo de Dirección de la UIB aprobó el “Acord executiu sobre els usos lingüístics als estudis de grau” con el objetivo de “garantizar la seguridad lingüística en la docencia en los estudios de grado”. Para ello, prevé que las propias facultades determinen el “número de asignaturas-grupo que se deberían impartir en catalán como lengua vehicular para conseguir el objetivo del 35%”. Y a tal efecto los departamentos implicados “asignarán docencia a los profesores con capacidad para impartir las asignaturas en catalán como lengua vehicular”.

PLIS Educación Por favor denuncia la flagrante ilegalidad del citado acuerdo. Ni la ley de universidades, ni el Reglamento Académico de la UIB, ni el Estatuto de Autonomía contemplan la posibilidad de obligar a los profesores a dar sus clases en lengua catalana o, en su caso, en lengua española. Es más, el artículo 25.1 de la ley de normalización lingüística garantiza el derecho de profesores y alumnos a usar oralmente y por escrito su lengua de referencia.

Hasta ahora la universidad balear podía presumir hasta cierto punto de libertad de enseñanza en materia de lengua ya que se primaba la calidad de la enseñanza por encima de cuestiones lingüísticas pero parece que los vientos de fronda y la profunda ideologización que han devastado la enseñanza secundaria empiezan a asomar en la universidad balear y que redundarán, como ha ocurrido en las enseñanzas medias, en perjuicio de los propios alumnos, no digamos ya en el objetivo de atraer estudiantes peninsulares e internacionales y por qué no decirlo también talento docente e investigador que se lo pensarán más de dos veces antes de elegir Baleares como destino profesional.

Desde PLIS Educación Por favor queremos denunciar que, una vez más, la universidad y un rector se pliegan a los intereses ideológicos del nacionalismo conculcando la más elemental libertad docente y la neutralidad ideológica, unos atropellos que además pueden afectar la eficacia docente puesto que no hay mejor herramienta de transmisión de conocimientos que la lengua que domina el profesor. Y todo ello se perpetra bajo el manido y manoseado paraguas de la “defensa de la lengua”; de la lengua catalana, por supuesto, porque ni siquiera está prevista una medida simétrica para la lengua española en aquellas facultades donde su docencia es minoritaria.

Por otra parte, no hay que olvidar que la implantación del catalán en el ámbito administrativo de la UIB es completa y total en detrimento de la lengua común de todos. El rector ha elegido un modelo de universidad provinciana e ideologizada en lugar de una abierta y cosmopolita. Exigimos una rectificación inmediata.