Editorial: La presidenta del Govern Francina Armengol no quiere más líos con la pandemia del COVID-19 y ha decidido pasar estos días como se pueda y poniendo medidas restrictivas de toda índole, para no seguir saliendo en los telediarios como primer Reino de Taifas en porcentaje de infectados. Numerosos expertos sanitarios de Baleares recomiendan al Govern que suspenda las Navidades y que las actuales fiestas se pasen en intimidad prohibiendo movimiento alguno que no sea necesario.

Le dicen que unas navidades perdidas no es el fin del mundo y sería muy inteligente suspenderlas y después muy aplaudido será el detalle por la valentía de la decisión. Sin embargo la socialista al igual que su Jefe Sánchez solo quiere dar buenas noticias y las malas que las den los demás. Ve encima de la mesa los pros y los contras y se inclina por seguir con el camino escogido y mantener la vigilancia a la Salud y la dinamización comercial que todavía queda. Salud y dinero como referencia preferente y en exclusividad.

Los que están más cerca de Armengol a nivel sanitario le dicen suspender Navidad y Año Nuevo y salir de esta con muchos menos contagios. La de Inca siempre se ha inclinado porque la economía no sufra más. Hacer incompatible lo imposible y contradictorio. Una cuadratura del círculo sin puntos ni lineas. No me gustaría estar en su lugar, la entiendo, no hay dinero para asumir más gastos e indemnizaciones, Mientras los hospitales, UCI aguantan todavía, a pesar de los avisos del sector sanitario. Decirle al pueblo y a los ayuntamientos que no hay Navidad, la poca que hay encima de la mesa, es un mazazo. Y detener la insignificante edonomía un disgustazo.

Cuando Pepe Gotera y Otilio fueron proclamados gestores y directores de la chapuza nacional y los Reinos de Taifas tomaron el mando con Cataluña, País Vasco, Navarra y Galicía al frente, nunca pensó Francina Armengol que las buenas noticias las dan Otilio y Gotera y las malas las denominadas Taifas. País de listos, pillos, ingeniosos, ventajistas, choricetes. La Gobernanza es un invento para pasarle el marrón a los califas y virreís. Las comunidades autónomas ya no existen, ni el territorio federal. Todo ha saltado por los aires.

La chufla es tan chiripitiflaútica que el Gobierno Central solo estará para limpiar las lágrimas de sus dirigentes secundarios cuando el peso del poder los aplaste. Unos dicen jugada maestra, otros estar de vacaciones. Hoy Armengol ella solita debe mirarse al espejo, deshojar la margarita. Que no llame a nadie, ese marrón se lo come en clave desierto. Se lo flemática que es la de Inca, le asusta poco o nada, una Juana sin miedo. No se atreverá a suspender lo poco que queda de las Navidades y el raquítico tejido industrial. Ella a los suyo y a su lado MÉS-Esquerra y Unidas/Podemos asintiendo lo que decida la Reina de Mallorca.

Miles de felicitaciones en los móviles, cientos de conversaciones con la última jugada y al final este pueblo de Malllorca salvará a nuestra Francina, han decidido nula actividad y detener el virus en seco. Una autocensura que ayer corría como la pólvora por todos los rincones. Seny por fin. En el Hospital de Manacor se ocupan 25 camas por COVID-19 pero pertenecen a 25 pueblos de la comarca y 4 en la UCI. Dicen que suben los contagios en la zona. Son proporcionales al resto.

Se marchará el Virus como se ha ido en CHINA y según los expertos sobre mediados de verano de 2021, será la buena nueva. Ya queda menos. Son muchos meses de padecer esta pandemia pero cuando salgamos de ella que tiemble el planeta. Tenemos tantan ganas de vivir que las próximas navidades serán el triple.