Primer percance de tráfico y gran aviso en la carretera de Porto Cristo a Portocolom a la altura de Son Forteza en las inmediaciones del acceso a Cala Varques en Manacor, por estacionar el coche en los arcenes. Menos mal que no hay que lamentar ninguna víctima, pero el vehículo que frenó de golpe y gracias a la pericia del conductor que terminó delante de una pared de piedra casi chocando de frente, hoy no estamos hablando de muertos. Todavía siguen con el susto el matrimonio y la niña que cruzaban la carretera y no se dieron cuenta que aquello era un vial de mucha circulación.

Me lo cuenta un amigo del conductor afectado. Venía tranquilo de Calas de Mallorca el pasado sábado 15 de junio y en las inmediaciones de los dos parkings de Cala Varques en la carretera Porto Cristo a Portocolom, cuando al entrar en la curva, después de sobrepasar Son Forteza en dirección Porto Cristo, le aparecieron el matrimonio y la niña allí en medio y fue un milagro que no se los llevase por delante, tuvo que invadir el arcén y parte de la carretera antigua y rozar la pared seca con parte del alerón. Un milagro.

Los cuatro después del susto y los reflejos del conductor y la madre de la niña que apartó a su marido y a su hija y los empujó hacía el centro de la calzada (menos mal que no venía otro coche), respiraron fuerte, se miraron largo tiempo, por lo que no pasó y lo que habían evitado. Fue tal el susto que el matrimonio desistió de ir a Cala Varques y se fueron de nuevo a su apartamento de Sa Coma. Estaban pálidos, asustados, fríos. Una experiencia dura. El conductor siguió su camino muy nervioso y con sudores y esa tarde no acudió a su puesto de trabajo porque no estaba en condiciones, por eso se lo contó al encargado y por ese motivo nos hemos enterado nosotros.

Seguramente el día que contemos otro accidente en esa zona con menos suerte, entonces actuará el juzgado, la fiscalia, la Delegación del Gobierno, el Consell de Mallorca, el alcalde de Manacor, Tráfico, todos explicarán la desgracia y sacarán escusas varias para eludir responsabilidades. Entonces todo se arreglará de golpe, llegarán autocares con las personas con parada homologada, se prohibirá estacionar en los arcenes, en los parkings ilegales en rústico con gorrillas incluidos, se pondrá un agente todo el día para evitar situaciones peligrosas, todo lo que sea, y como siempre en este país, “después del burro muerto la cebada al rabo”.